miércoles, 24 de febrero de 2016

Un grito de rabia y de lucha: otra muerte por AMIANTO

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“Un grito de rabia y de lucha”
 40 años trabajando en contacto con el amianto sin que nadie dijera nada de su peligro mortal
 Luis Antonio Cardozo ha fallecido por un cáncer por amianto.
 Su última entrevista nos la dio a nosotros a finales de diciembre de 2015: “Toda la vida con el amianto y nadie nos dijo que era peligroso, cancerigeno”
Juanjo Basterra

A consecuencia de un carcinoma epidermoide, tras trabajar con amianto en Arcelor Mittal Olaberria, Luis Antonio Cardozo ha fallecido sin lograr el reconocimiento de la enfermedad profesional y la Incapacidad Permanente Absoluta por parte de la Seguridad Social.
En la segunda quincena de diciembre, le entrevistamos. Destacamos algunas de sus reflexiones por importantes y esclarecedoras del sufrimiento de este extrabajador, similar a otros en circunstancias parecidas:
-“Estoy cansado, muy cansado. No puedo andar ni 200 metros seguidos y si hay alguna ‘aldapa’ (cuesta) me fatigo horrores”
-“Tuve lío con el médico de Zumarraga, porque si hace cuatro o cinco años hubiera adoptado alguna medida preventiva, mi estado actual, igual no sería el mismo. Con el actual tratamiento de radioterapia y quimioterapia he perdido 17 kilogramos. Y, la realidad es que no sé si ya esto que tengo es irreversible”.
-“Desde que entré en Aristrain (ahora Arcelor Mittal Olaberria) estuve en contacto con el amianto. Soy electricista. Estaba en la sección de perímetría y nos dedicábamos a la medición y reparación de los hornos para que estuvieran a punto. Todos tenían amianto por todos los sitios, porque soportaban temperaturas de 1.300 grados centígrados y en fundición hasta 1.700 grados centígrados. Por lo que todos los detectores, etc estaban forrados de mangueras, mantas y placas de amianto. Muchas había que reponer, cambiar, cortar…porque con ese calor resistían, pero también se iban destruyendo”.
-“Nadie nos dijo que era peligroso y nadie nos dio, ni nos dijo que deberíamos llevar algún tipo de protección. Hacíamos barbaridades, porque estabas trabajando encima de los hornos o cualquier sitio cortando o manipulando amianto, y utilizabas las tijeras o lo que tuvieras a mano para abrir la lata de sardinas o de lo que fuera para almorzar. Eran las mismas tijeras con las que estabas cortando el amianto minutos antes. Nadie nos dijo nada. Después supe de su peligrosidad, porque compañeros nuestros estaban afectados por ese mineral cancerígeno. Es imperdonable y lamentable”
-“40 años con ese mineral. He pasado más de media vida encima de los hornos y nadie nos dijo nada de ese peligro. Es así, parece increíble, pero es así”
La Asociación de Víctimas del Amianto de Euskadi (ASVIAMIE) ha puesto, una vez más, el grito en el cielo por el silencio y ocultación cómplices de Osakidetza sobre las consecuencias del mineral cancerígeno.
Cardozo comenzó a trabajar en 1963 en José María Aristrain, permaneciendo hasta el 2004, en la actual Arcelor Mittal, hasta que resultó incapacitado, como consecuencia de un accidente de trabajo.
Para ASVIAMIE, ha llegado la hora de decir “BASTA YA, del silencio institucional y especialmente de la dirección de Osakidetza”, ante la creciente epidemia de enfermedades y muertes por cáncer profesional y de “ausencia de rigurosas medidas de prevención con las sustancias cancerigenas en las empresas”. Por lo que animan “a los enfermos y familiares a convertir el sufrimiento pasivo, en un grito de rabia y lucha, reclamando el reconocimiento profesional de las enfermedades y la compensación por el daño causado, por la infracción de las empresas de la legislación de Seguridad e Higiene en el Trabajo”.
523 fallecidos, PUNTA DEL ICEBERG
Los datos que figuran en documentos oficiales de la Agencia Internacional de Investigación del Cáncer (IARC, en sus siglas inglés) sobre la incidencia del amianto en Hego Euskal Herria muestran quehan fallecido, contando estos últimos, por diferentes tipos de mesoteliomas, derivados de la inhalación de fibras de amianto, un total de 528 personas desde 1993. Desde 2008, en la contabilidad de ASVIAMIE, son ya 167 falle idos por el mineral cancerígeno.
Es la punta del iceberg, porque Se ofrecen datos a cuentagotas, efectivamente, para no alarmar a la sociedad, pero con un interés especial de proteger a los responsables de la seguridad y la salud de los trabajadores: los empresarios.

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