lunes, 16 de junio de 2014

Hechos probados


Grabar en el móvil a una mujer que está siendo acosada sexualmente tiene el perdón del Gobierno si el indulto llega con el aval adecuado
HECHOS PROBADOS
El día 11 de junio de 2011, a las 9,30 horas, en la estación de Renfe de Gijón, Guadalupe cogió el tren con destino a Oviedo. A su vez, Cipriano y Mario, que iban juntos, también se subieron al mismo tren, sentándose Cipriano al lado de Guadalupe y Mario enfrente de Cipriano y de Guadalupe.
En ese momento, con inequívoca intencionalidad sexual, Cipriano se acercó a Guadalupe y comenzó a decirle las siguientes palabras: "Sabes tía, me das morbo, métotela por el culo y sácotela por la boca, no la viste más dura en tu vida, póngote mirando a Cuenca", expresión esta última que repitió y le metió la mano entre las piernas tocándole la zona del pubis por encima del pantalón, con el rechazo de Guadalupe que intentaba evitarlo abandonando el lugar en el que se encontraba y cuando se levantó para alejarse Cipriano la tocó por la entrepierna.
Bernardino que viajaba en el tren, intervino para intentar poner fin al comportamiento del acusado y fue agredido por éste, causándole lesiones consistentes en equimosis periorbitaria izquierda con hemorragia conjuntival y erosión interna labio superior con restos de epistaxis y bultoma y enrojecimiento parietal derecho, invirtiendo 15 días en su curación no impeditivos para su actividad habitual y precisó primera asistencia sin tratamiento ulterior.
Durante los hechos acaecidos con Guadalupe, Mario -Guardia Civil en activo- estuvo riéndose permanentemente, sin intervenir en ningún momento, llegando incluso a grabar en su teléfono móvil las palabras que Cipriano dirigía a Guadalupe, y a huir -por dos veces- de los agentes de la autoridad comisionados para la investigación del suceso.
SENTENCIA COMPLETA
Además de la información que recoge la sentencia, siete hechos probados más.
1. El Mario que aparece en la sentencia en realidad se llama Manuel Arbesú González –la base de datos de la jurisprudencia cambia los nombres–.  Es agente de la Guardia Civil y, a pesar de estos hechos probados, seguirá vistiendo el uniforme.
2. La justicia le condenó a seis meses de inhabilitación para cargo público, lo que suponía su salida del cuerpo. Pero el Gobierno de Mariano Rajoy esta mínima pena le ha parecido demasiado, así que ha aprobado su indulto. Su actos se zanjan con una multa de 500 euros, y pelillos a la mar.
3. El abusador sexual tampoco irá a la cárcel: fue condenado a una multa de poco más de mil euros, por lo que no pisará la prisión. Ha tenido que pagar a Cipriano –nombre ficticio, el valiente que intentó impedir el abuso– una indemnización de 450 euros por el puñetazo. Mientras que Arbesú González, el hombre que se dedicó a grabar con el móvil un abuso sexual mientras se reía a carcajadas, continuará trabajando como Guardia Civil, gracias al indulto del Gobierno de Rajoy. 
4. ¿Cuáles son los argumentos por los que el Consejo de Ministros ha aprobado este indulto? No lo sabemos. Nunca se explican y en el BOE de este sábado tampoco aparecen. La ley no obliga a dar las razones y el Gobierno nunca tiene a bien contarlas. Jamás se conocen los nombres de los indultados hasta que salen en el BOE. Es un privilegio discrecional y absoluto; medieval.
5. Supuestamente es una medida de gracia excepcional pero hay tantos indultos como días tiene el año. El Gobierno de Mariano Rajoy lleva aprobados 806 en esta legislatura. Por comparar, el Reino Unido solo aprobó uno el año pasado y fue un indulto póstumo al matemático Alan Turing, que lleva muerto 60 años y fue condenado injustamente por ser homosexual.
6. Casualmente, el padre de Manuel Arbesú González es concejal del PP y secretario general del partido en el pueblo asturiano de Lena. Fue él quien recogió las firmas para solicitar el indulto para su hijo.
7. Hay indultos para este Guardia Civil hijo de un concejal del PP, pero no para Carlos y Carmen, las dos personas  condenadas a tres años de cárcel por estar en un piquete durante una huelga general. O  para Ana y Tamara, las dos mujeres condenadas a esa misma pena por participar en otro piquete donde alguien tiró pintura a una piscina.
La justicia es igual para todos. Ya.

No hay comentarios:

Publicar un comentario